Educación nutricional en Colombia: ¿Son suficientes los sellos octogonales para reducir las enfermedades no transmisibles?

19.10.2024

En los últimos años, Colombia ha dado pasos importantes hacia la promoción de una alimentación más saludable. Una de las medidas más destacadas ha sido la implementación de los sellos octogonales de advertencia en los productos alimenticios ultraprocesados, que indican a los consumidores si un alimento contiene niveles altos de azúcar, sodio, grasas saturadas, grasas trans o edulcorantes. Sin embargo, la pregunta que surge es si estos sellos son suficientes para reducir las enfermedades no transmisibles (ENT) como la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares, o si es necesario complementarlos con una educación nutricional más sólida.

El reto de las enfermedades no transmisibles en Colombia

Colombia, como muchos otros países en desarrollo, enfrenta una creciente crisis de salud pública debido al aumento de las enfermedades no transmisibles. Estas enfermedades, que incluyen la diabetes, la hipertensión y las afecciones cardíacas, se han convertido en una de las principales causas de muerte en el país. Según la Encuesta Nacional de la Situación Nutricional (ENSIN), más del 56% de la población adulta tiene sobrepeso o es obesa, un factor de riesgo importante para estas ENT.

El aumento de las enfermedades crónicas está directamente relacionado con los cambios en los hábitos alimenticios de la población. La globalización y la expansión de las cadenas de comida rápida y productos ultraprocesados han contribuido al creciente consumo de alimentos altos en grasas, azúcares y sodio. En este contexto, los sellos octogonales son una herramienta valiosa para advertir a los consumidores sobre los riesgos de estos productos, pero ¿son suficientes por sí solos para cambiar los hábitos alimenticios a largo plazo?

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Los sellos octogonales: un primer paso necesario, pero no suficiente

El etiquetado frontal con sellos octogonales ha sido una de las estrategias más efectivas en países como Chile y México para alertar a los consumidores sobre los riesgos asociados con ciertos alimentos. En Colombia, la esperanza es que esta medida tenga un impacto similar. Los sellos son fáciles de entender y buscan captar la atención del consumidor rápidamente al señalar si un producto tiene exceso de azúcar, sodio, grasas saturadas o calorías. Sin embargo, aunque este tipo de advertencias es una herramienta útil, varios estudios han mostrado que el etiquetado por sí solo no es suficiente para generar cambios profundos y sostenidos en los patrones alimentarios.

Uno de los problemas es que muchos consumidores carecen de la educación nutricional necesaria para interpretar adecuadamente la información de los sellos y tomar decisiones saludables de manera consistente. Aunque los sellos advierten sobre el contenido poco saludable de un producto, no educan sobre alternativas más nutritivas o sobre la importancia de una dieta balanceada. Aquí es donde entra en juego la necesidad de un enfoque más amplio, basado en la educación nutricional.

La importancia de la educación nutricional

La educación nutricional es fundamental para que los consumidores comprendan las implicaciones de sus decisiones alimentarias a largo plazo. No se trata solo de identificar productos con alto contenido de azúcar o sodio, sino de entender cómo estructurar una dieta equilibrada que proporcione los nutrientes necesarios sin caer en excesos que puedan dañar la salud.

En Colombia, la falta de acceso a información clara y comprensible sobre nutrición sigue siendo un obstáculo. Muchos colombianos no han recibido formación adecuada en temas de nutrición, ni en el sistema educativo ni a través de campañas públicas efectivas. Esto se traduce en una dificultad para elegir alimentos saludables, especialmente en zonas rurales o entre poblaciones de bajos ingresos, donde los alimentos ultraprocesados tienden a ser más accesibles y económicos que las opciones frescas y nutritivas.

El papel de las políticas públicas en la educación nutricional

Para que los sellos octogonales tengan un impacto real en la reducción de las ENT en Colombia, deben estar acompañados por políticas públicas que promuevan la educación nutricional de manera integral. Esto podría incluir campañas masivas de concientización, la incorporación de la educación alimentaria en los currículos escolares y la capacitación de profesionales de la salud para que ofrezcan asesoría nutricional a sus pacientes.

En este sentido, algunos países han adoptado enfoques más integrales. Por ejemplo, en Chile, la implementación de los sellos octogonales se complementó con restricciones en la publicidad de alimentos poco saludables dirigidos a niños y la promoción de programas de educación nutricional en las escuelas. Estos esfuerzos conjuntos han comenzado a mostrar resultados positivos, con una disminución en el consumo de alimentos ultraprocesados y una mayor conciencia sobre la importancia de una dieta equilibrada.

Colombia podría seguir un camino similar, ampliando el impacto de los sellos octogonales con medidas complementarias que refuercen la capacidad de la población para tomar decisiones informadas. La educación en las escuelas es un buen punto de partida, ya que los niños pueden aprender desde temprana edad los beneficios de una alimentación saludable, lo que podría ayudar a prevenir las ENT en el futuro.

Estrategias complementarias para un cambio sostenible

Además de la educación nutricional, otras estrategias pueden ayudar a que los sellos octogonales tengan un mayor impacto en la salud pública. Algunas de estas incluyen:

Incentivar el acceso a alimentos saludables: Es fundamental que los alimentos frescos y nutritivos sean accesibles y asequibles para todos los colombianos. Políticas que apoyen la agricultura local y reduzcan los costos de frutas y verduras podrían ser claves para mejorar la dieta de la población.

Regulación de la publicidad de alimentos ultraprocesados: Restringir la publicidad de alimentos con alto contenido de azúcar y grasas dirigida a niños y adolescentes podría reducir el consumo de estos productos en los grupos más vulnerables.

Promover estilos de vida saludables: Además de una alimentación balanceada, es importante fomentar la actividad física regular. Programas comunitarios que incentiven el ejercicio pueden complementar los esfuerzos por mejorar la salud a través de la nutrición.

Conclusión

Los sellos octogonales son un paso importante en la lucha contra las enfermedades no transmisibles en Colombia, pero por sí solos no son suficientes para generar un cambio significativo en los hábitos alimentarios de la población. La educación nutricional es esencial para que los consumidores puedan tomar decisiones informadas y sostenibles a largo plazo. Además, deben implementarse políticas públicas que faciliten el acceso a alimentos saludables, regulen la publicidad de productos ultraprocesados y promuevan un estilo de vida integralmente saludable.

Solo con un enfoque multidimensional, que combine la información proporcionada por los sellos octogonales con una educación nutricional adecuada, se podrá enfrentar de manera efectiva la epidemia de enfermedades no transmisibles en Colombia y mejorar la calidad de vida de la población.

ChatGPT. (2024). Educación nutricional en Colombia: ¿Son suficientes los sellos octogonales para reducir las enfermedades no transmisibles?. OpenAI. 

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